EL PASADO 20 de agosto se dio una novillada sin picadores en la pequeña población andaluza de Peal de Becerro, a escasos 80 kilómetros de Jaén, y fue en dicho festejo donde el subalterno de a pie José Manuel Soto sufrió el percance que hoy ha obligado a los médicos a amputarle la pierna izquierda.
LOS MÉDICOS que lo atienden se vieron forzados a tomar esa acción ya que su miembro no reaccionaba después de cinco intervenciones y su vida corría peligro, presentaba síntomas graves por falta de pulso y circulación sanguínea.